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¿puede el rey comportarse como un plebeyo?

Articulo publicado en elplural.com
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Es comprensible que Juan Carlos de Borbón, rey de España (entre otros títulos de menor rango), en tanto es un ser humano, se pueda sentir molesto por el tratamiento mediático que se hace de su persona. El problema radica en que en lo personal el rey no es un ser humano normal, y en lo político no es un político al uso (aunque sea el principal político de nuestro país).
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No es un ser humano normal porque hereda la jefatura de un país, como el que hereda un pisito, y no debe preocuparse, ni él ni su descendencia, por labrarse un futuro, ya que el futuro lo tiene servido desde la cuna. Esta situación sólo la comparten con los reyes los grandes magnates, con la diferencia de que los multimillonarios heredan patrimonios privados (y tienen competencia), y lo que heredan los reyes son países con  gente dentro.

Cuando ya hablamos de heredar un país, pasamos directamente a lo político. El resto de los puesto de responsabilidad pública, se deben, fundamentalmente, a la decisión de los ciudadanos o al concurso en una dura oposición. Un rey, aunque esté capacitado para serlo, no lo ha demostrado previamente en unas oposiciones ni ha contado con la aprobación popular en unas elecciones, y por tanto, simplemente se debe a la gracia de Dios o al capricho de, quizás, alguna autoridad militar que accedió al poder a balazos en lugar de hacerlo por las urnas.

Con este breve texto de hoy no quiero sentar cátedra ni polemizar con ningún deslumbrado por la monarquía, ni nada por estilo. Mi intención simplemente es discutir, desde el punto de vista de la filosofía del derecho político, si un rey tiene el derecho civil de ser tan humano como cualquiera cuando ostenta privilegios cuasi divinos.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación de las Administraciones Públicas y de Comunicación y Sociedad en la Universidad de Málaga.
www.alfonsocortes.com

Las cuentas del Rey y las cuentas al Rey

Artículo publicado en elplural.com. Para leerlo pinche en siguiente enlace:
http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=42511

Esta semana el PCE ha iniciado una campaña con la que quieren conseguir que sepamos qué es lo que el rey Juan Carlos hace con el dinero que se asigna a la Casa Real. En realidad es un síntoma positivo que, en nuestra agenda de discusión política, se hable también de la institución monárquica con cierta naturalidad. Hasta hace poco tiempo la figura del Rey venía siendo intocable, lo que evidenciaba, por cierto, un claro vestigio de la herencia política del régimen anterior.

En un Estado de Derecho, todos sus ciudadanos deben ser iguales ante la Ley, y merecen de la misma un trato idéntico. Hay quien pueda decir, y con razón, que esta iniciativa atenta contra un derecho personal, en este caso del Jefe del Estado, a hacer con su dinero lo que le venga en gana, como haría cualquier otro ciudadano. Lo que pasa es que nuestro Jefe de Estado es diferente a los demás: lo es por la Gracia de Dios (según las propias fórmulas de legitimación de las monarquías), y lo es también por Ley (ya que venía en el paquete constitucional).

Un rey en ejercicio es rey hasta su muerte. El resto de los españoles somos lo que somos circunstancialmente, es decir, hasta que no llegue alguien que lo haga mejor, hasta que no nos afecte un ERE, tan tristemente famoso en estos tiempos, o hasta que lo decida un jefe. Además, el hijo del rey, nace rey y será rey algún día. Nuestros hijos tendrán que pelear muy duro para poder conseguir un puesto de trabajo que con mucho esfuerzo les ayude a salir adelante. Así podríamos dar cientos de ejemplos, pero que por simplificar no vamos a exponer. En conclusión, al no ser el rey y el resto de los ciudadanos iguales ante la ley, no merecen por tanto el mismo abanico de derechos y deberes, y por consiguiente, ya que un rey tiene muchísimos más privilegios que cualquiera, es lógico que se le exija también más que a cualquiera.

Desde la perspectiva de la filosofía política, Democracia y Monarquía son dos conceptos opuestos, que no pueden estar unidos sin contradicciones, ya que la democracia apuesta por la igualdad de todos ante la ley, sin distinción de ningún tipo, e implica, asimismo, que todos los cargos políticos sean elegidos por los ciudadanos. Por tanto, hablar de monarquía parlamentaria como sinónimo de democracia no es más que un artificio político, que aunque haya funcionado, podríamos decir que bastante bien en muchos países, no deja de ser eso, un artificio. Y por ello, y aunque no sea justo fiscalizar las cuentas de Juan Carlos de Borbón, más detenidamente que al resto de los españoles, secundo esta propuesta excepcional, apoyada sobre la propia excepcionalidad de la figura de un monarca en la Europa del siglo XXI.

Dejando a un lado este debate de filosofía política, y discutiendo ya a nivel pragmático, si un rey en un país que se dice democrático, no es capaz de ser mejor que los demás, no es capaz de someterse a mayor control que los demás (por que tiene poderes a los que nadie podríamos acceder), no se merece ser rey de dicho país. En este sentido, la Casa Real, supongo que, se estará andando con cuidado para tratar de mantenerse útil y seguir teniendo sentido. Juan Carlos ya ganó (justamente o no), para el tribunal de los españoles, sus oposiciones a Rey el 23-F de 1981. Felipe aún estar por ganar estas oposiciones sin temario ni control a la más alta magistratura del Estado.

Alfonso Cortés González, profesor de Comunicación Política y Publicidad en la Universidad de Málaga

La Guardia Civil retiene a un ciudadano por llevar una insignia republicana

Según los agentes, era una afrenta “a la monarquía elegida de forma democrática” La Guardia Civil retiene a un ciudadano por llevar una insignia republicana

MARCOS PARADINAS Según la Guardia Civil, es “anticonstitucional” portar una insignia con la bandera de la República y una afrenta a “la monarquía elegida de forma democrática”. Al menos es lo que le replicaron unos agentes de la Benemérita a un ciudadano de las Palmas de Gran Canaria al que le intentaron obligar a quitarse el pin el pasado 11 de junio.

Texto completo en El Plural. Para leerlo pincha aquí.

Liberté, égalité, et fraternité

La forma de Estado de una nación, puede consolidarse conforme a dos cauces:

¿República o Monarquía? Esa es la cuestión.

Nuestro país, se define en el artículo primero de su propia Constitución (1978):

Articulo 1:
«1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía Parlamentaria.»

La Monarquía Parlamentaria, se rige por medio de una vía hereditaria de mantenimiento. Se encuentra limitada en cuanto a la ejecución de poder, pues éste radica en el propio Parlamento, quedando relegado al gobierno.
El rey es imagen, no poder. Su cometido consiste en moderar y regular a las instituciones, remitiéndonos al artículo 56 de la Constitución española en vigor, además de ejercer una labor representativa en el ámbito internacional. Asimismo, se ubica por encima de la lucha política. Su figura se engloba del más absoluto simbolismo.

La República remite a un sistema presidencialista, contando con el apoyo popular, en base a un sufragio universal, directo y secreto.
Las ventajas de esta forma de Estado residen en que La República, se constituye íntegramente como la viva expresión del pueblo, el cual en el caso de verse sumergido en el error al elegir, cuenta con el derecho a manifestarse, a fin de fomentar el cambio pertinente, en la Jefatura de “su Estado”.

Han transcurrido 78 años desde aquel 14 de abril, en el que los españolitos de a pie se levantaron para proclamar, lo que todo ser humano anhela: la libertad. Concretamente, nos referimos al “renacimiento” de La República española, vigente entre los años 1931 y 1939.
Fue una época de reformas sociales y educativas, que abarcó conceptos tales como el progreso, la democracia, la modernidad, y la igualdad. De hecho, el vuelco social fue tan grande, que la gente no estaba preparada para asimilar tales cambios, en función de las circunstancias de la época.

Constitución de La República Española (1931):

Artículo 25.” No podrán ser fundamentos de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios.”

Constitución española (1978):

Artículo 65. “El rey recibe de los presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma.”

En mi opinión, pese a que nuestra Constitución recoge la soberanía popular, considero que tales términos podrían exponerse entre comillas.

El simple hecho de que exista una persona no electa, la cual goza de determinados privilegios, distantes del alcance de muchos de nosotros, me resulta no parcial, sino totalmente contradictorio. No obstante, seguimos refugiados en el tradicionalismo…

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“La República (…) proclamada el 14 de abril fue la República de todos los españoles. Olvidarlo la perdió…” Alcalá- Zamora.

Eugenia Ortiz

Monarquía o república

En una república, las personas deciden de forma democrática que candidato quieren para que les gobierne. En una monarquía, el que gobierna es el rey y este cargo es hereditario. En casos excepcionales no es así de exacto, pero siempre hay un lazo.

 Parece que lo más apropiado es la república porque son los propios ciudadanos los que deciden quien va a gobernar el país, quien es el más apropiado para el cargo. Pueden ver cómo son esas personas que se presentan como candidatos y tomar la decisión de cual prefieren. Como ocurre con las elecciones para presidente.

 A pesar de todo, yo defiendo la monarquía parlamentaria. Supongo que el motivo principal es que en España hay una monarquía y considero que con Juan Carlos I, el único rey que he conocido en mi tiempo, las cosas nos han ido bastante bien. Claro que podría haber sido un mal monarca y yo diría ahora que la monarquía no es una buena elección ¿no?, pero considero otra serie de motivos más para defender la monarquía, a parte este.

 En una república, hay competencia entre los candidatos e intereses que estos quieren alcanzar. Es posible que en su empeño por ser elegidos no sean del todo sinceros y las cosas no vayan después a salir como los votantes esperaban. También el hecho de que son personajes políticos que no han tenido una educación especifica para gobernar. Puede que si o puede que no, pero ni por asomo tan grande como en una monarquía. Claro que no tiene porque ser malo o bueno, a pesar de todo.

 En una monarquía, el futuro rey se educa con los principios y valores de su patria, el amor a los ciudadanos, el querer hacer lo mejor para su país, etc. Esto es así desde el momento en que nacen, están destinados y condicionados. Se forman para ser futuros reyes y aprenden de los errores o las buenas acciones de los anteriores reyes, que son su familia. Sin lugar a dudas considero que estas personas están mucho más preparadas para gobernar un país que una persona a la que hayan votado los ciudadanos, que puede que tenga más interés en si mismo que en los demás. El rey no tiene que competir con nadie, nace para ello y eso es lo que es. Ni más ni menos. ¿Por qué no ser sincero? No tiene necesidad de no serlo. Además, todo sea dicho, la figura del rey más que gobernar controla. No entra directamente en temas de política a no ser que ocurra algún conflicto que lo requiera. Como por ejemplo, cuando salio en los medios de comunicación en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

 Aunque una republica sea mucho más democrática y quizá más justa para todos, en un principio, hay una serie de variables que hay que plantearse.

 La monarquía en cambio, aunque sea algo predeterminado, lo considero más apropiado. Puede que el sucesor no sea el mejor candidato, no podemos estar 100% seguros en ningún tipo de gobierno. En resumen, me parece que el caso de España es bueno. Vivimos en una especie de republica, pero cuando hay que hacer “acto de presencia” hay un rey.

 

María de los Ángeles Jiménez Granero.

JUAN CARLOS I : NO GOBIERNA, PERO REINA

El artículo de esta semana nos hace posicionarnos a favor de la monarquía o la república. Yo apoyo al a monarquía, representada por el Rey Juan Carlos I, ya que fue, es y será la figura principal de la transición a la democracia y la modernidad de un país que estaba bastante atrasado. Supo contener con firmeza a quienes intentaron acabar con el estado de derecho y el parlamentarismo. Además creo  que su figura es necesaria, un jefe de Estado único, sin cambios, que represente al país de manera neutral.

Juan Carlos es el reflejo de la derrota al franquismo, ya que el generalísimo lo que pretendía es que continuara su obra pero el Rey con su gran visión estadista sentó las bases para la transición democrática, nada fácil por aquel entonces.

Mucha gente puede pensar que el rey lo único que hizo fue ir hacia donde soplaban los nuevos vientos, para garantizarse la jefatura de estado para el y sus descendientes y que lo lógico habría sido continuar con el último gobierno legítimo que había sido interrumpido por el golpe de estado, es decir, la República. Pero no podemos olvidar que España nació entre monarquías y monarquía tenía que ser.

Antes de escribir este artículo estuve leyendo los de mis compañeros, y algo curioso que leí fue que a los españoles no se nos había preguntado si queríamos tener una monarquía o no. Pues bien para empezar, decir que la monarquía española, es de las mas democráticas que existen actualmente, ya que en 1978 hubo un referéndum en el cual se votó si queríamos monarquía o no, cosa que no han podido hacer ni los ingleses ni el resto de países monárquicos.

Además, tenemos la suerte de tener unos reyes preparados, demócratas, diplomáticos y con unas excelentes relaciones internaciones que más de una vez nos han sacado de un apuro.

Y ya por último, recordar lo  que algunos olvidan, que las experiencias republicanas que hemos tenido en España hasta la fecha han sido un desastre, plagadas de inestabilidad. Con la monarquía llevamos 30 años de estabilidad y crecimiento, así que no entiendo por qué hay que cambiar algo que esta funcionando bastante bien.

Jose Mª Molina

¿España: Monarquía o República?

El término monarquía proviene del griego y se lo puede traducir por “gobierno de uno solo”. A ese único gobernante se le denomina “monarca” o “rey”. El poder del rey puede consegir dos extremidades- ser un absoluto o estar muy limitado (como es usual en la mayoría de los casos de las monarquías actuales).

Por otro lado república proviene de latin y significa ”la cosa pública”, “lo público”. En sentido amplio, es un sistema político caracterizado por basarse en la representación de toda su estructura mediante el derecho a voto. El electorado constituye la raíz última de su legitimidad y soberanía.

En su historia bastante larga , España casi siempre era monarquía. Con dos excepciones. La Primera República Española fue proclamada el 11 de febrero de 1873 por las Cortes Generales. Duró solo once meses en los que se sucedieron cuatro Presidentes. La debilidad con la que nació el régimen provocó la restauración borbónica en 1874. La Segunda República se proclamó el 14 de abril de 1931, después de la salida del país del rey Alfonso XIII. Fue interrumpido bruscamente por un golpe de Estado que desencadenó en una sangrienta guerra civil que al final ganaron nacionalistas dirigidos por el general Franco, proclamando dictadura.

Mucha gente diece que el rey reina, pero no gobierna. Esta situación aparece no solo en España, pero en muchos países con sistema monarquía. El poder real tiene en sus manos gobierno y primer ministro. Realidad actual se diferencia mucho de la realidad desde hace cientos años, cuado el rey decidío de todo.

En mi opinión, si es monarquía o república, no hace tanta diferencia. Los más importantes son las personas que representan nuestros países. En verdad, en países republicanes, el presidente tampoco no tiene tanto poder. Su tarea es representar el país en la arena internacional. Como el rey- es la “cara” del país. El presidente de gobierno es la persona, que tiene mucho más a decir.

ula osipuk

España: ¿Monarquía o República?

 

 

¿Monarquía o República para España?, ¿Qué forma de gobierno sería la más adecuada para nuestro país?…

 Si recordamos la historia de nuestro país, solo hemos tenido dos repúblicas, la de 1873-1874(solo duró un año) y la de 1931-1939, con una guerra civil de por medio. Monarquías que ha tenido España, pues la verdad que muchas; desde la monarquía de los Austrías hasta la monarquía de los Borbones.

Esta forma de gobierno ha estado siempre presente en nuestro país, solo ha sido interrumpida por las dos repúblicas citadas anteriormente y por el régimen franquista.

No he conocido otra forma de gobierno que no sea la actual Monarquía Parlamentaría, pero si he oído hablar sobre el período en el que en nuestro país se implantó la 2ª República, y que actualmente seguiríamos teniéndola de no haber sido por la guerra civil y por el régimen franquista instalado posteriormente.

 La Monarquía Parlamentaría que tenemos hoy día es en mi opinión la mejor forma de gobierno que podríamos tener. Esta se caracteriza por que el rey reina pero no gobierna. Mucha gente que es partidaria de la republica se queja de la monarquía porque no ven bien que parte de sus ingresos vayan a parar a la casa real, pero es que igualmente no solo estamos pagando la casa real sino que también le tenemos que pagar al presidente del gobierno y de eso no se quejan; por lo tanto  veo una excusa poco creíble decir que una republica sería mejor que la monarquía. He de decir también que si comparamos los presupuestos del resto de monarquías que hay en Europa, la española es la que tiene el presupuesto más bajo.

 El actual rey de España, fue elegido por Franco para seguir a cargo del país y por eso se le tacho de franquista o de estar ligado a una política de derechas. Como hemos podido comprobar esto no es así, y lo pudimos ver con los acontecimientos sucedidos en el país el 23 de Febrero de 1981, cuando tuvo lugar el golpe de estado a manos de una serie de militares. Don Juan Carlos, siempre se mantuvo muy firme en su postura de seguir adelante con una Democracia que apenas acaba de nacer. Además de esto, Juan Carlos  ha sido siempre fiel a su país y a ayudado en todo lo posible a su crecimiento tanto nacional como internacionalmente sirviendo y representando a España con un fuerte amor patrio. Dicen que este país es Juan carlista porque nuestro Rey se ha ganado el amor y respeto de los españoles por su gran dedicación y defensa de los intereses de España. Todos l hemos visto emocionarse y llorar a los Reyes en momentos duros que ha tenido que vivir nuestra Democracia.  Igualmente la Reina ha sabido ganarse la admiración y respeto  de los españoles y junto al Rey han formado una familia con fuertes valores cristianos, ( ahora puede que esto no sea” progre”) que representa a una España estable y unida. Esto es lo que la Monarquía aporta al Gobierno, estabilidad en tiempos de cambio y unidad  en una nación tan dividida por las autonomías. 

Si es cara o barata depende por donde se mire. Desde luego la Democracia es cara y en nuestro país tan dado a tener tantos altos cargos más, pagar  a la Casa Real  supone dinero pero ¿Que precio tiene dar esta imagen de estabilidad en una política tan cambiante y corrupta?

 Por ello considero que la actual forma de gobierno, Monarquía Parlamentaría, es la mejor para España.

 Rocío

Monarquía o Republica

Hoy me hacen escribir sobre mis preferencias para el orden político español, elegir entre dos sistemas, la monarquía constitucional que esta presente en la actualidad o en una Republica (recordando “inevitablemente” la última que estuvo en acción).

Bien, quizá pueda acabar el artículo ya, sin necesidad de argumentar más. Bueno no seré vago y difundiré más ideas por las cuales un sistema es mejor que otro.

En primer lugar yo escojo como mejor opción la Republica ya que es un sistema que realmente si que te deja elegir a los representantes, tanto al Presidente de la Republica como el Presidente del Gobierno, por el contrario la monarquía constitucional nos la dan puesta sin opción alguna para elegir.

Esta claro que el sistema más democrático es la Republica, pero quiero atreverme a contemplar una idea. La monarquía que tenemos presente ¿realmente no la ha elegido nadie? Pues no, sabemos que Franco le nombro como sucesor y por aquella época había unos cuantos seguidores de este sistema dictatorial que infecto este país durante unos cuantos años. Así que haciendo un viaje en el tiempo si el rey Juan Carlos se hubiese presentado a unas supuestas elecciones en aquella época me atrevo ha decir que las hubiese ganado porque tenia el apoyo del cargo más alto del Gobierno.

A lo mejor, y lo más seguro, que lo que acabo de decir es una burda tontería pero creo que hay que tenerlo en cuenta puesto que a lo mejor la elección sobre el monarca no ha sido plenamente democrática pero si histórica. Y es que el papel de este representante ha supuesto un punto importante en la historia más reciente de España.

Ya sabemos todos que la transición fue delicada y que supuestamente Juan Carlos hizo una gran labor de unión. ¿Pero no es hora ya de volver a la realidad? ¿De convertirnos en un país moderno? Y es que parece mentira que sigamos asumiendo que la monarquía esta ahí y que es inamovible. Cuando hablo de reyes o reinas parece que estamos contando un cuento de la época medieval, y es que estas formas de estado suenan tan antiguas.

Modernidad significa cambios y es hora de cambiar a una forma de estado que realmente se acople a nuestro tiempo y ese cambio se llama Republica. No confiemos en un individuo la confianza de un país entero, confiemos en los individuos que pueblan España, dejemos elegirles sus representantes que al fin y al cabo eligen sus destinos.

Alfonso Marcos

Por coherencia con la Costitución

República o Monarquía. Algunos hablan de una diferencia en la esencia de la elección del Jefe del Estado, pero ambos regímenes se diferencian en algo más que en eso. No soy de los que atribuye el fracaso a la II República, considero que fue un hecho anacrónico, ocurrido en una sociedad que aún no estaba preparada para dar esos pasos gigantes en materia de igualdad, justicia social y descentralización del poder. Así pues, asistimos a su final, tras esos pasos tan importantes, pocos años después de su creación.

La Constitución de 1978 nos declara a todos iguales, tal cual nos declaraba la II República. En el articulo 14 del texto Magno, se expone claramente lo siguiente:

 

Artículo 14 de la Constitución:

“Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social.”

 

Partiendo de la base de la democracia española asistimos a una seria contradicción ¿por qué yo no puedo ser rey?, simple y llanamente, porque no nací en el seno de la familia real, entonces pues, me siento discriminado por razón de nacimiento, me siento discriminado por no poder optar en un país libre y democrático a llevar la jefatura del Estado.

El carácter vitalicio del título de Jefe del Estado debería desparecer, es un poco absolutista y de eso ya estamos curados. El poder radica en el pueblo, que es libre y soberano (y cada vez menos tonto), con capacidad para decidir y comprender la funciones de un jefe y de un presidente. Desde la clase política se huele miedo, a mi pensar, en poner fin a la institución alegando procesos complicados para la reforma constitucional y lo que es peor, un enorme gasto en convocar elecciones. No quiero meterme en camisa de once varas, pero no se ve una intención por parte del Gobierno de aplicar el artículo 14 tal cual se expresa.

Por último quiero señalar que me siento condenado a agradecer hasta la eternidad, como su dinastía, la actuación del Rey durante el intento de golpe de estado el 23-F. Esta condena y culpa que llevamos los españoles encima no tiene razón de ser, si bien es cierto que su actuación fue la correcta, pero también es la que le correspondía como Jefe del Estado. En cambio, me siento profundamente triste al pensar en lo que se había logrado en los años de republicanismo en España y que se perdió en el lodo durante una dictadura, para recuperarlo en la década de los 70.

Concluyo posicionándome a favor de la república, primero por su carácter sufragista para elegir a todos los representantes y segundo para estar en concordancia con la Constitución, quiero ser igual que cualquier español.

 

Ynajo.